jueves, 24 de septiembre de 2015

Testigo de una amistad mas alla!


No olvidare jamas la oportunidad que tuve de presenciar por un rato la energia que emana de la mas profunda, pura y sincera amistad. Sin tapujos, con verdadera entrega y ternura, saboreando la oportunidad de estar juntos, queriendo fotografiar cada instante con los ojos para atesorarlo en algun lugar de la memoria y el corazon que nadie pueda borrar jamas.

Acariciar el tiempo, recordar en silencio, regalar vida, hablar sin palabras, entegar el ser...

El monje se recostó en el vacío.
Como si se tratara del tronco de un amistoso árbol,
descansó sin temor en la conciencia de su pequeñez,
cediendo todo anhelo en la confianza.

Permaneció largo rato tendido,
escuchando los sonidos leves que producía el aire al mecer las hojas
y la crepitación de las piedras calentándose al sol;
a través de los párpados cerrados,
percibía los claro oscuros dibujados por las nubes
al pasar por encima.

El flujo vital que entraba y salía de su cuerpo,
le hacía íntimo con todas las cosas.
Estaba en la unidad y habían desaparecido las oposiciones.
Lo hecho y lo por hacer convergían en ese único momento,
merced a cierta perfecta actitud de entrega.

Cruz y muerte,
descenso y ascenso,
luz y resurrección;
formas de manifestarse el amor.
Respiró tranquilo sin hacer nada, descansando en el ser.

(Hesiquia Blog)

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