jueves, 24 de septiembre de 2015

El Salario Emocional y la Motivacion -- Conversacion en una noche entre amigas...


Conversaba hace unos dias con unas amigas, de temas de administracion, de recursos humanos, en
fin... de trabajo... y uno de los puntos que tocamos fue el llamado, ignorado y subestimado

"Salario Emocional"


Y retumbaron en nuestros oidos frases celebres al cuestionar la falta de motivacion en los empleados o el mal desempeno...: "pero yo le pago a tiempo" diran algunos patronos, "pero yo pago bien" diran otros, "pero el trabajo no es dificil"..., "pero si tienen la capacidad para eso y mas..." y la lista sigue, y sigue y sigue... y la verdad es: el dinero no es el unico motivador del empleado...

La búsqueda de sentido es la única capaz de llenar el vacio existencial que clama ser llenado. La falta de sentido genera neurosis existencial, que puede generar en depresión, indicio claro de problemas motivacionales. La interiorización de los valores constituye un elemento sano de consolidación de las propias motivaciones.

La persona motivada está habitada para la esperanza, ese factor humano-terapéutico, que se traduce en paciencia, entrega o constancia.


Cuando las motivaciones se debilitan, es fácil que tenga lugar la despersonalización, la ritualización de los comportamientos como mecanismo de defensa y existe el peligro que se convierta en uno de los síntomas del Burn-out (Quemarse), con la consiguiente insatisfacción en lo que se hace.

La verdadera motivación en la vida de alguien consiste en convertir sus acciones cotidianas, sus tareas, en algo que sienta, que quiere y debe hacer, que nadie le impone.
Pasar la mayor parte del día en la oficina hace que en ocasiones se vea el lugar de trabajo como un segundo hogar. Por lo tanto mantener buenas relaciones con jefes o compañeros, sentirse a gusto con las tareas asignadas, sentir que el esfuerzo vale la pena, y tener la posibilidad de crecer profesional y/o personalmente son factores que impactan en el desempeño e incluso la decisión de permanecer en un empleo.

El salario emocional es aquella variable retributiva compuesta por conceptos no económicos, destinados a satisfacer necesidades de tipo personal, familiar y profesional del empleado, al objeto de mejorar de forma global la calidad de vida del mismo y de su entorno. Se asocia con un concepto personalizado de retribución no económica, es decir, con un modelo retributivo diseñado de forma individualizada y a medida de las necesidades específicas de cada profesional, denominado “salario a la carta”.

El principal motivo que argumenta un profesional cualificado al abandonar una empresa y su puesto de trabajo en ella es la ausencia de salario emocional o la poca adaptación o adecuación del mismo a sus necesidades, por delante de otros factores, es decir, el profesional cualificado exige contraprestaciones emocionales a la empresa para permanecer en ella.

Pagar por encima de la media, no es tan importante como potenciar los beneficios sociales, que se centran en la conciliación de la vida laboral y personal, la flexibilidad, la calidad de vida o que la organización practique los valores que predica.

En la actualidad, un trabajo se considera algo más que un lugar donde ganar dinero y más que una serie de tareas a realizar.


El sueldo ya no es lo más importante, y lo que denominamos como salario emocional viene a ser un factor clave en la satisfacción del empleado. Mientras que un sueldo puede ser mejorado por la competencia, el factor emocional es lo que realmente lo diferencia y el que consigue que los empleados sean leales a la misma. Uno de los grandes desafíos de las empresas es conseguir despertar el compromiso de su gente y ver qué es lo que motiva realmente a cada uno.

Diversos estudios al respecto han constatado los diferentes factores que más influyen en la motivación del empleado, al margen de una retribución justa y al nivel que el ofrecido por otras empresas del mismo sector, pudiendo citar como más importantes los siguientes:


  • la formación ofrecida por la empresa,
  • el conocimiento de lo que se espera de él cada día,
  • la calidad de la relación directa con su superior inmediato,
  • el poder expresar sus ideas y sugerencias,
  • actuar y contribuir en otras áreas de la empresa,
  • oportunidades de ascenso y promoción,
  • retos profesionales,
  • ambiente laboral agradable,
  • flexibilidad,
  • libertad,
  • seguridad,
  • equidad entre el resto de compañeros,
  • planificación de la carrera profesional,
  • conocimiento de sus logros por parte de la dirección y
  • el considerarse recompensado, reconocido y apreciado.

Motivar y estimular constantemente y de manera creativa a los mejores empleados debe ser lo habitual para así cuidar y aumentar día a día su compromiso con la empresa. Y se debe hacer, atendiendo a las diferentes necesidades de cada empleado, para suministrarle el beneficio adecuado a través de una verdadera creación de valor. El reto consiste en la creación de experiencias innovadoras para la satisfacción y retención de los empleados

Hacer con agrado las funciones asignadas y sentirse a gusto en un cargo no es una tarea exclusiva del trabajador. Aunque el factor monetario es importante no es definitivo para estar satisfecho con un empleo. De hecho, el clima laboral, la estabilidad del negocio, las oportunidades de crecimiento y las opciones de capacitación pueden ser factores más motivantes a mediano plazo. Tener una proyección y poder alcanzar metas tanto profesionales como personales en un cargo puede llegar a ser más provechoso que recibir un cheque con varios ceros a la derecha.

El salario emocional proporciona al empleado estabilidad, desarrollo y ante todo la posibilidad de alcanzar esas metas que la persona se ha trazado.


Los expertos en gestión de recursos humanos otorgan a la motivación, un papel fundamental para conseguir un alto rendimiento laboral.
Son múltiples los factores que pueden llevar a una persona a bajar su rendimiento laboral: el estrés, la monotonía, un ambiente enrarecido entre compañeros, el salario… Todos ellos tienen un elemento en común: todos reducen el nivel de satisfacción en el empleado o, dicho de otra forma, provocan una carencia de mayor o menor consideración en la faceta emocional del trabajador.

Los desencadenantes de dicha falta de interés pueden englobarse en tres grandes áreas:

* la referente a los recursos disponibles en la empresa para el desarrollo de las tareas,
* la referente a la aptitud de los empleados para la correcta resolución de dichas tareas,
* la social o referente a la interrelación entre el personal y, por último,
* la salarial.

La concreción de objetivos no sólo a nivel corporativo sino también a niveles más reducidos, contribuyen al establecimiento de metas mucho más realistas lo que, indudablemente, reducen de forma considerable la posibilidad de caer en la frustración.

En el plano social, la dirección de una empresa puede influir de forma positiva o negativa sobre el ambiente en las relaciones entre sus empleados. La vieja máxima de “divide y vencerás” ha demostrado sobradamente no sólo su ineficacia, sino incluso su inconveniencia. Un ambiente tenso en una oficina no es el mejor caldo de cultivo para obtener mejores resultados.

El famoso “burn out”, o lo que popularmente conocemos como “estar quemado” es una sensación que puede muy bien venir motivada por detalles como unas instalaciones de aspecto poco agradable, la obligación de portar un atuendo poco favorecedor o simplemente porque no se contemplan como necesarios los descansos. Los conflictos, la rutina, un grupo sin líder o con un líder complicado afectan el rendimiento. Esto (burn-out) se produce como una situación de desgaste luego de estar muy motivado, con altos ideales, y ver que los mismos no se pueden cumplir. La persona puede renunciar a seguir peleando y hacer un trabajo rutinario

Y seguiamos conversando... y hablabamos de nuestras verdaderas vocaciones... una quiere ser psicologa, la otra queria ser publicista, otra suena con ser periodista... y varias veces se escucho esa noche: "detesto el trabajo que realizo, pero me encanta la institucion"... y otra dijo "me encanta mi trabajo, lo que no me gusta es la institucion"... y la otra sencillamente no opino... se sentia a gusto con el trabajo y se sentia a gusto con la institucion...

Y volvia la pregunta, la misma que sirve de titulo al ultimo libro de Otto Walter... ¿Qué nos quita las ganas de seguir trabajando aqui?

Y concluimos: La principal razón que nos lleva a permanecer o a abandonar nuestro trabajo es el ‘salario emocional’... y esa noche se nos quito el sentimiento de culpa y nos sentimos genios y completamente humanas al darnos cuenta que en algun lugar debemos formar parte de la muestra que se tomo para realizar los estudios que concluyen: "El factor que predomina por encima de todo son las posibilidades de desarrollo que ofrece la propia empresa para sus empleados, seguido por sentir que la empresa “tiene un buen proyecto”, es decir, que “mi trabajo sirve para algo”...  

Los profesionales buscan en primer lugar, trabajar para una empresa y un proyecto interesante, y que su trabajo valga para algo. Por ello “necesitan creer en la dirección de la empresa y desarrollar su trabajo en un clima laboral adecuado”.

A veces las muchachas nos juntamos para conversar de algo mas que las cosas de la casa... cual sera el proximo tema?

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