Conversaba hace unos dias con unas amigas, de temas de administracion, de recursos humanos, en
fin... de trabajo... y uno de los puntos que tocamos fue el llamado, ignorado y subestimado
"Salario Emocional"
Y retumbaron en nuestros
oidos frases celebres al cuestionar la falta de motivacion en los empleados o
el mal desempeno...: "pero yo le pago a tiempo" diran algunos
patronos, "pero yo pago bien" diran otros, "pero el trabajo no
es dificil"..., "pero si tienen la capacidad para eso y mas..."
y la lista sigue, y sigue y sigue... y la verdad es: el dinero no es el unico
motivador del empleado...
La búsqueda de sentido es
la única capaz de llenar el vacio existencial que clama ser llenado. La falta
de sentido genera neurosis existencial, que puede generar en depresión, indicio
claro de problemas motivacionales. La interiorización de los valores constituye
un elemento sano de consolidación de las propias motivaciones.
La persona motivada está
habitada para la esperanza, ese factor humano-terapéutico, que se traduce en
paciencia, entrega o constancia.
Cuando las motivaciones
se debilitan, es fácil que tenga lugar la despersonalización, la ritualización
de los comportamientos como mecanismo de defensa y existe el peligro que se
convierta en uno de los síntomas del Burn-out (Quemarse), con la consiguiente
insatisfacción en lo que se hace.
La verdadera motivación
en la vida de alguien consiste en convertir sus acciones cotidianas, sus
tareas, en algo que sienta, que quiere y debe hacer, que nadie le impone.
Pasar la mayor parte del
día en la oficina hace que en ocasiones se vea el lugar de trabajo como un
segundo hogar. Por lo tanto mantener buenas relaciones con jefes o compañeros,
sentirse a gusto con las tareas asignadas, sentir que el esfuerzo vale la pena,
y tener la posibilidad de crecer profesional y/o personalmente son factores que
impactan en el desempeño e incluso la decisión de permanecer en un empleo.
El salario emocional es
aquella variable retributiva compuesta por conceptos no económicos, destinados
a satisfacer necesidades de tipo personal, familiar y profesional del empleado,
al objeto de mejorar de forma global la calidad de vida del mismo y de su
entorno. Se asocia con un concepto personalizado de retribución no económica,
es decir, con un modelo retributivo diseñado de forma individualizada y a
medida de las necesidades específicas de cada profesional, denominado “salario a
la carta”.
El principal motivo que
argumenta un profesional cualificado al abandonar una empresa y su puesto de
trabajo en ella es la ausencia de salario emocional o la poca adaptación o
adecuación del mismo a sus necesidades, por delante de otros factores, es
decir, el profesional cualificado exige contraprestaciones emocionales a la
empresa para permanecer en ella.
Pagar por encima de la
media, no es tan importante como potenciar los beneficios sociales, que se
centran en la conciliación de la vida laboral y personal, la flexibilidad, la
calidad de vida o que la organización practique los valores que predica.
En la actualidad, un
trabajo se considera algo más que un lugar donde ganar dinero y más que una
serie de tareas a realizar.
El sueldo ya no es lo más
importante, y lo que denominamos como salario emocional viene a ser un factor
clave en la satisfacción del empleado. Mientras que un sueldo puede ser
mejorado por la competencia, el factor emocional es lo que realmente lo
diferencia y el que consigue que los empleados sean leales a la misma. Uno de
los grandes desafíos de las empresas es conseguir despertar el compromiso de su
gente y ver qué es lo que motiva realmente a cada uno.
Diversos estudios al
respecto han constatado los diferentes factores que más influyen en la
motivación del empleado, al margen de una retribución justa y al nivel que el
ofrecido por otras empresas del mismo sector, pudiendo citar como más
importantes los siguientes:
- la formación ofrecida por la empresa,
- el conocimiento de lo que se espera de él cada día,
- la calidad de la relación directa con su superior inmediato,
- el poder expresar sus ideas y sugerencias,
- actuar y contribuir en otras áreas de la empresa,
- oportunidades de ascenso y promoción,
- retos profesionales,
- ambiente laboral agradable,
- flexibilidad,
- libertad,
- seguridad,
- equidad entre el resto de compañeros,
- planificación de la carrera profesional,
- conocimiento de sus logros por parte de la dirección y
- el considerarse recompensado, reconocido y apreciado.
Motivar y estimular
constantemente y de manera creativa a los mejores empleados debe ser lo
habitual para así cuidar y aumentar día a día su compromiso con la empresa. Y
se debe hacer, atendiendo a las diferentes necesidades de cada empleado, para
suministrarle el beneficio adecuado a través de una verdadera creación de
valor. El reto consiste en la creación de experiencias innovadoras para la
satisfacción y retención de los empleados
Hacer con agrado las
funciones asignadas y sentirse a gusto en un cargo no es una tarea exclusiva
del trabajador. Aunque el factor monetario es importante no es definitivo para
estar satisfecho con un empleo. De hecho, el clima laboral, la estabilidad del
negocio, las oportunidades de crecimiento y las opciones de capacitación pueden
ser factores más motivantes a mediano plazo. Tener una proyección y poder
alcanzar metas tanto profesionales como personales en un cargo puede llegar a
ser más provechoso que recibir un cheque con varios ceros a la derecha.
El salario emocional
proporciona al empleado estabilidad, desarrollo y ante todo la posibilidad de
alcanzar esas metas que la persona se ha trazado.
Los expertos en gestión
de recursos humanos otorgan a la motivación, un papel fundamental para
conseguir un alto rendimiento laboral.
Son múltiples los
factores que pueden llevar a una persona a bajar su rendimiento laboral: el
estrés, la monotonía, un ambiente enrarecido entre compañeros, el salario…
Todos ellos tienen un elemento en común: todos reducen el nivel de satisfacción
en el empleado o, dicho de otra forma, provocan una carencia de mayor o menor
consideración en la faceta emocional del trabajador.
Los desencadenantes de
dicha falta de interés pueden englobarse en tres grandes áreas:
* la referente a los
recursos disponibles en la empresa para el desarrollo de las tareas,
* la referente a la
aptitud de los empleados para la correcta resolución de dichas tareas,
* la social o referente a
la interrelación entre el personal y, por último,
* la salarial.
La concreción de
objetivos no sólo a nivel corporativo sino también a niveles más reducidos,
contribuyen al establecimiento de metas mucho más realistas lo que,
indudablemente, reducen de forma considerable la posibilidad de caer en la
frustración.
En el plano social, la dirección
de una empresa puede influir de forma positiva o negativa sobre el ambiente en
las relaciones entre sus empleados. La vieja máxima de “divide y vencerás” ha
demostrado sobradamente no sólo su ineficacia, sino incluso su inconveniencia.
Un ambiente tenso en una oficina no es el mejor caldo de cultivo para obtener
mejores resultados.
El famoso “burn out”, o
lo que popularmente conocemos como “estar quemado” es una sensación que puede
muy bien venir motivada por detalles como unas instalaciones de aspecto poco
agradable, la obligación de portar un atuendo poco favorecedor o simplemente
porque no se contemplan como necesarios los descansos. Los conflictos, la
rutina, un grupo sin líder o con un líder complicado afectan el rendimiento.
Esto (burn-out) se produce como una situación de desgaste luego de estar muy
motivado, con altos ideales, y ver que los mismos no se pueden cumplir. La
persona puede renunciar a seguir peleando y hacer un trabajo rutinario
Y seguiamos
conversando... y hablabamos de nuestras verdaderas vocaciones... una quiere ser
psicologa, la otra queria ser publicista, otra suena con ser periodista... y
varias veces se escucho esa noche: "detesto el trabajo que realizo, pero
me encanta la institucion"... y otra dijo "me encanta mi trabajo, lo
que no me gusta es la institucion"... y la otra sencillamente no opino...
se sentia a gusto con el trabajo y se sentia a gusto con la institucion...
Y volvia la pregunta, la
misma que sirve de titulo al ultimo libro de Otto Walter... ¿Qué nos quita las
ganas de seguir trabajando aqui?
Y concluimos: La
principal razón que nos lleva a permanecer o a abandonar nuestro trabajo es el
‘salario emocional’... y esa noche se nos quito el sentimiento de culpa y nos
sentimos genios y completamente humanas al darnos cuenta que en algun lugar
debemos formar parte de la muestra que se tomo para realizar los estudios que
concluyen: "El factor que predomina por encima de todo son las
posibilidades de desarrollo que ofrece la propia empresa para sus empleados,
seguido por sentir que la empresa “tiene un buen proyecto”, es decir, que “mi
trabajo sirve para algo”...
Los profesionales buscan
en primer lugar, trabajar para una empresa y un proyecto interesante, y que su
trabajo valga para algo. Por ello “necesitan creer en la dirección de la
empresa y desarrollar su trabajo en un clima laboral adecuado”.
A veces las muchachas nos
juntamos para conversar de algo mas que las cosas de la casa... cual sera el
proximo tema?
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