Tu vida esta plena de logros,
luchas y grandes esfuerzos,
y aunque a veces no parezca cada día te vas
acercando
paso a paso a lo que tú quieres.
Pero ten cuidado,
puedes tener un enemigo,
capaz de destruir sin piedad lo
que con tanto trabajo
has construido.
Me refiero a tus propios resentimientos.
El resentimiento es como tomar un veneno para
tratar
de envenenar a otro.
Mientras el dolor pasa, el rencor se queda, lo
agravas,
como a una herida que no se deja sanar.
El resentimiento es un monstruo,
que puede tener el tamaño que le des,
lo puedes alimentar con los pensamientos de
queja y de autocompasión, entre mas lo
crezcas mas partes de tu vida invadirá.
La energía que le das a ese fantasma,
es la misma que puedes usar
para construir tus sueños o la vida
más plena y feliz que te mereces.
Quien no perdona sin darse cuenta poco a poco
se aísla,
empieza a olvidar o dejar de disfrutar lo
grato de su vida.
Con el rencor te haces mas difícil, lo difícil
y lo agradable se opaca con el tormento de la
amargura.
Digno no es quien resiente,
digno es quien perdona.
Que estúpida es la venganza que mantiene
anclado el dolor.
La venganza sabia es dejarlo ir seguir
adelante,
es construirse en vez de destruirse.
El perdón es un regalo,
para si mismo es regalarse la paz,
es soltar la carga,
es decidir mirar la luz de nuevo
y con determinación caminar hacia ella,
hacia lo mejor de ti,
de tu vida.
No perdones para que el otro cambie.
Acéptalo,
el otro nunca va a ser como tú quieres,
eso no depende de ti.
No le des a nadie el poder de hacerte infeliz,
perdona porque decides hacerlo,
retoma tu poder,
tu inmensa capacidad
de construir tu propia tranquilidad.
Muchas veces confundimos sueños con
expectativas
sin darnos cuenta que, mientras
los sueños nos abren el mundo,
las expectativas nos encierran
en la espera pasiva de lo deseado…
¿Por qué nos aferramos sorprendentemente a
ellas?
¿Qué pasa si no puedo aceptar tener
que renunciar a lo que “tanto deseo“?
¿Qué pasa si siento que no puedo armar mi
proyecto de vida?
Tenemos un deseo determinado.
Queremos algo con el alma, con todo nuestro
ser.
Soñamos día y noche con tenerlo.
Este es el momento de aplicar una regla
básica:
La
regla del oso idiota.
Esta regla comienza con la “O” del oso.
¿Usted quiere algo?
Obténgalo!!!
“Obtenga” lo que usted quiere,
juéguese la vida para obtenerlo!!!
corra el riesgo!!!,
comprométase con su deseo!!!
¿Qué busca?
¿El amor de ésa persona “tan especial”?…
¿Esa casa “tan soñada”?…
¿Ese trabajo?…
Vaya, salga a buscarlo y obténgalo!!!
Pero…,
uno puede darse cuenta que a veces
es imposible obtener lo que quiere.
Entonces, ¿qué dice la regla en segundo lugar?
¿No puede “obtener” lo que quiere?…
(Y siguiendo con la “S”, la segunda letra del
oso)
Nos dice:
Sustitúyalo!!!
“Sustitúyalo” por otra cosa!!!
– Esa persona “tan especial y única” no me
quiere…
Pues bien, que lo quiera otra persona.
– Esa otra tampoco me quiere….
Entonces, busque un marinero!!!
Cómprese una mascota!!!
– Ah… No!!! Imposible sustituirla!!!
“Como ésa persona no hay…”
Entonces,
¿qué nos dice la regla en tercera instancia?…
¿No lo pudo “obtener”?…
¿No lo puede “sustituir”?…
Y siguiendo con la “O”, la tercera letra del
oso)
Nos dice:
Olvídelo!!!
-Ah No, “Imposible”….. ¿Cómo imposible?
– Siii, “Imposible olvidarla!!!”
“Éso si que es i-m-p-o-s-i-b-l-e!!!”
Ahhh… “¿Imposible?”
Entonces…
si no lo puede OBTENER,
si no consigue SUSTITUIRLO,
si no quiere OLVIDARLO…
La “Regla” dice que Ud.
es un
“IDIOTA”
Quedando así constituida
“LA REGLA
DEL OSO IDIOTA”
Tal vez no sea tan fácil “decidir” que puedo
Olvidar.
“SI” puedo “decidir” no quedarme pegado
a lo que creo que es imposible.
Y éso es lo neurótico, lo ridículo, lo
“idiota”.
Jorge Bucay
No hay comentarios:
Publicar un comentario