viernes, 25 de septiembre de 2015

Los Cuatro Acuerdos


 



 LOS CUATRO ACUERDOS

"Sé impecable con tus palabras"
 Utiliza las palabras apropiadamente. Empléalas para compartir el amor

"No te tomes nada personalmente"
 No depender de la opinión ajena, para bien o para mal.

"No hagas suposiciones"
Nunca nada que pasa fuera es personal, no saques conclusiones precipitadamente.

"Haz siempre tu máximo esfuerzo"
Lucha con todo tu ser, de modo que, si te caes, no te juzgues.
No le des a tu juez interior la satisfacción de convertirte en una víctima.
Simplemente, empieza otra vez desde el principio.

 
 «No hay razón para sufrir.
La única razón por la que sufres es porque así tú lo exiges.
 Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón válida.
Lo mismo es aplicable a la felicidad.
 La única razón por la que eres feliz es
porque tú decides ser feliz.
La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento».


 Miguel Ruiz

Yo soy yo y mi circunstancia


...y si no la salvo a ella no me salvo yo”
Jose Ortega y Gasset

Cada persona se encuentra sumida en su propio momento en el tiempo rodeada de familia, amigos o soledad, su propio ser y carreteras abiertas o caminos cerrados. 
Tenemos nuestras propias destrezas o limitaciones y el carácter determina como se desarrollan nuestros proyectos, siendo el principal de todos:

La Vida

“Nuestro Yo se va formando en su encuentro con el mundo. Y el mundo no es una realidad independiente. El mundo es lo que yo advierto y todo aquello de que me ocupo. El ser "es" en relación con la vida. Existimos gracias a la existencia de los demás. Nos encontramos en la vida con el mundo, con nuestro mundo. No es cierto que primero nos encontremos a nosotros y después al mundo, nos encontramos a nosotros sólo en la medida en que nos vemos instalados en el mundo, en cuanto que nos ocupamos con las cosas, con las personas, con nuestra circunstancia. Es por esto, que si no salvamos la circunstancia, no salvamos nuestro yo. Es importante hacerse cargo de uno mismo y, partiendo de la aceptación de tu cuerpo, de tu ser, de tu entorno, enfocar tu proyecto de vida, tu deseo de ser auténtico y de mostrarte ante los demás como realmente quieres hacerlo”


Cattell Psicólogos Murcia
#hazloporti


En busca de la verdad

 La naturaleza benigna provee de manera que en cualquier parte encuentres algo que aprender.
Leonardo Da Vinci


"Si cierras la puerta a tus errores, dejarás afuera la verdad"
Rabindranath Tagore

“Nuestras maletas maltrechas estaban apiladas en la acera nuevamente; teníamos mucho por recorrer. Pero no importa, el camino es la vida”.
Jack Kerouac

 “Nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas”
Henry Miller


Y sugiero que leas a Guardini, no importa tu religion enfocate en la filosofia...





Reproduzco a continuación un fragmento del libro “Cartas sobre la formación de sí mismo”, escrito por el filósofo Romano Guardini en la década de 1920. Se trata de una reflexión sobre el valor del silencio, especialmente lúcida y actual para nuestra vida contemporánea, sometida a la constante recepción de mensajes, palabras e imágenes. Este elogio del silencio es, en el fondo, una reivindicación de la palabra verdadera. El fragmento permite apreciar también la prosa serena, honda y poética de este gran pensador italo-germano.

EL SILENCIO

El silencio consiste en algo más que en no hablar. Es una cierta plenitud en sí mismo. Cuando hablamos no escuchamos, no miramos, sino que estamos metidos en la tarea de bregar y dar forma. En cambio, quien calla tiene los ojos abiertos y el oído a la escucha, y su corazón se ensancha. Puede notar, mirar, percibir. Una vez lo experimenté con especial viveza. Varios de nosotros caminábamos por el campo, hablando. Involuntariamente íbamos mirando al suelo a fin de mantener bien asidas nuestras ideas. A nuestro alrededor, los pájaros cantaban, soplaba el viento y se extendían los campos. Pero nosotros no veíamos ni oíamos nada de todo eso. En cambio, cuando vamos solos los ojos del corazón están abiertos. Vemos los colores y las formas, y percibimos el espacio en toda su plenitud.

Solo el silencio nos abre el oído para el sonido interior de todas las cosas, del animal, del árbol, de la montaña y de la nube. La naturaleza se torna plana para el que siempre está hablando. Y sólo el silencioso puede oír en las palabras de las demás personas lo que verdaderamente importa; lo que vibra por debajo de toscos conceptos; lo que realmente se quiere decir; el tono que lo envuelve todo y que hace que con frecuencia una palabra tenga un significado completamente distinto del que transmite por fuera. Y solo quien sabe callar oye a Dios.

Callar no significa estar mudo, desde luego que no. El recto callar es el contrapunto vivo del recto hablar. El silencio es la fuente de la que mana el habla. Se le nota al habla si procede del silencio o no. Lo que procede del silencio es redondo y pleno, como la canción matutina del corazón reconfortado. Hablar degenera en parlotear cuando no le acompaña el silencio. Solo en el silencio fluye la vida, se hace acopio de fuerza, gana claridad lo interior y las ideas y sentimientos toman su forma más pura. Gracias al silencio lo que queremos decir en nuestro interior adquiere su figura esencial y verdadera. Solo quien sabe callar rectamente sabe hablar rectamente. La palabra solamente llega a ser plena y clara cuando procede del silencio.

NO HAY MAYOR TRIUNFO QUE DESCUBRIR LA VERDAD Y AJUSTAR LA PROPIA VIDA A LA MISMA...



Paz y Perdon



Hoy no escribo por nadie. Ninguna persona ajena a mí me inspira. La paz que siento hace que abra este  cuaderno virtual y tome el teclado.
 
Suena la canción: Hay cosas que te escribo en cartas para no decirlas… y aunque continúa dedicada a un alguien, mi “carta urgente” va por mí. 


Es un día nublado, como me gustan, estando sola (mas no solitaria) como lo disfruto. En mi propio espacio personal, desde mi comodidad.

De donde viene esta paz? No sé, supongo que de arriba. Y es una suposición valida. Soy creyente, y Su mano me cobija. Me invade un regocijo del encuentro conmigo misma, que nace de una seguridad redescubierta, de una fortaleza que hace tiempo que no sentía. De un amor por mí misma superior al que busco en otros.

Hoy hace sentido el escrito de Santa Teresa: que nada te turbe que nada te espante. Y es así, nada me turba… tomo café, escribo, cambio la música, disfruto el día, me disfruto yo.

Pero tengo que buscar un tema más productivo! Algún tópico perdido de esos que hacen que me sienta psicóloga! Ya se – escribiré de las diferencias, de los puntos de vista, del “Yo y mis circunstancias”.

Yo soy yo y mis circunstancias – ya lo estoy comprobando, viendo atrás y analizando mi comportamiento en los últimos años, y viendo el de personas queridas a mi alrededor

Y ahora escribir. Ahora lo pienso mejor. Sí que le voy a escribir a alguien. Pero hay una diferencia entre escribir por alguien y a alguien.

Hoy le quiero dar las gracias mudas a esa persona. A esa que con palabras tan simples me rescató de mi misma.  A esa que durante el viaje más bello me hizo viajar dentro de mi, haciendo de la aventura algo más que recorrer un camino físico y querido. Llevándome a viajar a mis orígenes al tiempo que rememorábamos los principios de nuestra  amistad.

La pregunta fue llana: y por qué? Si TÚ eres! Y en ese momento descubrí que me había perdido. Que me había desviado de mi misma. Y subiendo a esa montaña – esta vez en el lomo de un burro, paradójicamente necesitando ser transportada porque mi cuerpo no tenía la energía… Y así estaba, subiendo al lomo de cualquier burro que se me ofreciera. Entendí que en algún momento había dejado de ser yo para ser de otros. Era líquido que adoptaba la forma de cualquier recipiente. Y para ese momento la última copa se había roto en millones de pedazos y el líquido estaba desparramado en el suelo, salpicando paredes, entre vidrios y lodo. Y ese líquido era yo. Y así estaba mi vida.

Y esa persona, a quien también yo un día rescate, me comentaba  como su gran aventura había tenido su origen cuando yo era quizás de las pocas personas a su lado – ya que para esa época también se había perdido. E íbamos ascendiendo, la persona a pie, con renovadas energías, fuerte y valiente, tenaz y decidido y yo, a tientas, dejándome llevar… tal como estaban nuestras vidas.

Desde aquel día me propuse escalar mi montaña interior, alcanzar de nuevo mi propia cima, reconquistar mi cumbre. Y el camino ha sido arduo, y tropecé y caí, sufrí de hipotermia, me quede sin alimentos, me perdí y me gane su silencio. Y ese silencio también me puso a reflexionar y me hizo encontrar el sendero para seguir y  recordé: “ No conquistamos las montañas, sino a nosotros mismos”

Y desde entonces empece a vivir la vida como si subiera a una montaña. Más bien como si estuviera en medio de una cordillera, conquistando pequeñas cimas, pasando por quebradas oscuras. Y por una vez pienso que estoy cerca de alguna cima importante, y siento paz y me siento fuerte y advierto de los errores que cometí y hoy se rompió el silencio. Y hoy,  respondió a mi mensaje. Y de nuevo me rescató, porque pude confirmar que mi cambio ha sido real.

Y quizás, nueva vez, esa persona ni siquiera se dé cuenta como me ha ayudado, quizás sus palabras y silencios han sido casualidad. Yo no las llamaría así. Las llamo Dioscidencias. Cosas del mismo Dios al cual subió a pedirle perdón, y con el cual  yo también he conversado mucho desde entonces.

Hace unos días entendí que necesitaba perdonar a alguien que ya no estaba más conmigo: mi madre, que quizás no fue todo lo que quise pero que me dio lo mejor de lo que podía. Hoy deseo pedirte perdón tambien a ti, si alguna de mis acciones no fueron correctas, solo era yo y mis circunstancias. 

Pero también hoy, a ti, deseo darte las gracias por darme la esperanza, por recordarme quien yo era. Por impulsarme a escalar mi montana durante un viaje a la montaña…

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera -  Pablo Neruda. 

Hoy es primavera!




COMO LA CIGARRA 

Mercedes Sosa
 
Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí
resucitando.
 

Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal,
porque me mató tan mal,
y seguí cantando.

Cantando al sol,
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui,
solo y llorando.
 

Hice un nudo del pañuelo,
pero me olvidé después
que no era la única vez
y seguí cantando.

Cantando al sol,
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces te mataron,
tantas resucitarás
cuántas noches pasarás
desesperando.
Y a la hora del naufragio
y a la de la oscuridad
alguien te rescatará,
para ir cantando.

Cantando al sol,
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tan inteligente que eres, como me dices que no te dabas cuenta?


Hoy tengo las ganas de encarar la búsqueda que tanto he realizado acerca de personalidades para ver si ubicar la del SER que intenta destruir mi vida, felizmente sin lograrlo, porque soy como la cigarra de la canción de Mercedes Sosa. Muchas veces he utilizado el término “psicópata” para referirme a él. De los desórdenes que he estudiado definitivamente este es el que acumula más similitudes para describirlo. No es que esté buscando encasillarlo, es sencillamente que necesito entender por qué es capaz de burlar el sistema, de lograr tanto para hacer daño y si,  para internamente librarme del sentimiento de culpa sembrado en mí.

Y mi vivencia que le sirva a todas las víctimas, mujeres y hombres, que alguna vez entregaron su corazón a una persona psicópata. Tratare de que la semántica sea lo más neutral posible consciente que muchos hombres tambien han caído en estas redes y lamentablemente se menosprecia su experiencia. Esta informacion la he recabado de diversas fuentes, con la esperanza que se propague y este disponible desde tantos lugares como sea posible con la finalidad de crear conciencia.

Si! 
Tan inteligente que eres, 
como me dices que no te dabas cuenta?


Me enamore de alguien, o pensé que lo hice, que desde el día uno encontró su blanco perfecto. Describirme a mí misma como el blanco perfecto de un psicópata ha requerido de mucha valentía y mucha humildad, porque no es fácil encarar la descripción de una personalidad tan débil y entender que es compatible conmigo. Conmigo la inteligente, la vivaz, la lógica, la simpática, la buena…

De acuerdo a la descripción del blanco perfecto!

Aquí me voy a ayudar de la descripción general que encontré y poco a poco iré incorporando mis comentarios. Después de todo, un psicópata es una persona que puede ser muy encantadora al comienzo y, por ende, la victimas se enamoran de ellos “a primera vista”.

A primera vista es exactamente como ocurrió aquel día del 2001 – lo vi y dije para mis adentros “me jodi” palabras o proféticas porque literalmente eso ocurrió! Me jodi o me jodieron – hoy 14 años más tarde estoy pagando las consecuencias y resurgiendo como el ave fénix. Desde el momento que lo conocí sentí paz, como si los planetas se hubieran alineado para entregarme a mi compañero, al que tanto había buscado, al que me ofrecía una segunda oportunidad en el amor. Fue una noche de coincidencias y naturalidades, donde actué de la manera más espontánea y nada parecía inmutarle.

Todo fluía de manera natural, que dicha para mí! Que complemento tan perfecto!. Y el día después, llego a mi casa, lo deje solo jugando con mis hijos hasta que estos salieron, sonreía para mis adentros. Me invito a salir y me dijo las palabras que mi corazón esperaba: Aves del mismo plumaje vuelan juntas, somos similares en muchos aspectos: educación, crianza, empatía. Hoy es el primer día del resto de nuestras vidas! Y Zas! Lo había logrado! El amor a primera vista existía! Ahora me tocaba ser princesa de cuento de hadas luego de tanta lucha en mi vida!
  1. Muchas personas comienzan relaciones con psicópatas cuando están pasando por una etapa de la vida en que se ven afligidas por el dolor, la pérdida de algún ser querido, el estrés, la ansiedad o la depresión, entre otros factores que incrementan su susceptibilidad. La soledad trae como resultado que estas personas se vuelvan vulnerables, y los depredadores lo saben. Las necesidades emocionales y sociales son factores clave en la atracción hacia personas psicopáticas. Así estaba por esa época: empezando mi negocio, tratando de rehacer mi vida, queriendo empezar de nuevo y segura que Dios tendría un plan perfecto para mí. Haciendo pininos en mi vida de adulta.
  2.  A las circunstancias negativas se suman ciertos rasgos positivos en la personalidad de muchas personas que, en contacto con un psicópata, pueden llegar a convertirse en factores de riesgo, tal como sucede, por ejemplo, con la extraversión y la atracción hacia esta misma característica en los demás, tan común en los psicópatas (o los narcisistas). Cabe asimismo tener presente la tendencia al cariño, el sentimentalismo, el deseo de comprometerse y la sensibilidad a las necesidades de los demás, pues estos son factores que pueden ser fácilmente explotados por un psicópata.
  3. A dicho conjunto se agregan la tendencia de muchas personas a la cooperación y al apoyo, la empatía y la tolerancia, el carácter amistoso y compasivo, todos ellos rasgos sumamente positivos pero por demás atractivos para personas patológicas
  4. Las personas muy cooperativas presentan un alto riesgo de entrar en una relación patológica. Los psicópatas y los narcisistas necesitan que sus mujeres cooperen. Saben instintivamente que las personas con un alto grado de cooperación permanecerán en la relación durante un periodo más extenso. Además, se ha observado que las personas que aman a los psicópatas tienden a ser muy confiadas y leales. Reiteramos, todos estos rasgos son muy positivos, pero cabe tener en cuenta que pueden ser explotados por personas patológicas. Por ejemplo, el hecho de que ustedes sean muy tolerables significa que pueden soportar muchos aspectos negativos de la relación; si son personas muy empáticas, hallarán justificaciones racionales tales como “yo entiendo su comportamiento”. Si son personas muy cariñosas, seguramente dirán: “lo amo”. Si tienden a comprometerse, pensarán: "me basta con los buenos aspectos de nuestra relación."
  5. Otro elemento de suma importancia es que la mayoría de las personas que viven relaciones con narcisistas o psicópatas, previamente les confesaron exactamente lo que estaban buscando en una persona o en una relación. De ahí en más, el psicópata estará en condiciones de fingir ser todo lo que ellas buscan y, en cuanto pueda sacarle provecho, utilizará todas las confesiones de su pareja para manipularla y culparla.
  6. El psicópata se esfuerza por que la relación avance a pasos agigantados, a fin de cerciorarse de que su pareja será incapaz de reflexionar acerca del comportamiento anormal que percibe en él o ella. La mayoría de las personas se vieron incapacitadas a frenar la carrera hacia el altar, a la cama, o a sus hogares. Dado que los psicópatas son extrovertidos, es probable que persistan vigorosamente en la búsqueda de una pareja.
Al comienzo, el psicópata utiliza sus mejores habilidades de comunicación; normalmente es respetuoso y coopera para que se solucionen los problemas dentro de la pareja. Es probable que en los primeros estadíos de la relación todo dé la impresión de ser normal en este aspecto, o que incluso la víctima crea que posee una comunicación "profunda" con su pareja, por encima del promedio. Todo esto es una máscara que perdura mientras el psicópata invierte energía en la así denominada "etapa de la luna de miel", cuyo único propósito consiste en asegurarse de conquistar a la pareja. Cuando la máscara se desvanece y las victimas comienzan a notar la dicotomía presente en el psicópata, ya están hechizadas, presas a causa de su temperamento y de los rasgos de personalidad que, en una relación sana, habrían sido positivos. Por ejemplo:
  •  La empatía ( "Es de esta manera porque lo han herido en el pasado".)
  • El bajo nivel de impulsividad (“No voy a huir")
  • El sentimentalismo (“Puede ser tierno cuando…")
  • El cariño (“¡Nunca he amado asi, siento la conexion!")
  • El compromiso con la relación (“He volcado mi alma en esta relación. Sé que podemos hacer que funcione")
  • La auto-estima (“Quiero que piense bien de mí. ¿Qué estoy haciendo mal?")
  • La tendencia a evitar daños ("¿Encontraría a otra persona si lo dejo?")
  • Contrariamente, la poca tendencia a evitar daños ("No es tan mal. Estoy segura de que puede cambiar".)
  • El ingenio ("Podría encontrar a un terapeuta y acudir a un psicólogo de parejas)
En el idioma de un psicópata, amor significa conformidad por parte de su pareja; confianza equivale a paranoia; comunicación se equipara a oportunidad (la de obtener dinero, por ejemplo); vínculo afectivo es igual a apego (un psicópata puede apegarse a alguien). Por eso tiene tendencia a acechar a su víctima, lo cual no significa que la ame); mentira supone esta es mi verdad;  préstamo significa robo, y así sucesivamente. Al ignorar el significado que se esconde detrás de un lenguaje idéntico a simple vista, la pareja del psicópata interpreta inevitablemente de manera errónea cada acción de su predador.

Cuando la víctima comienza a descompensarse psicológicamente, se observan las mismas dinámicas que en el síndrome de Estocolmo:
·        
  •  Percibe (y ya ha sufrido) una amenaza a su supervivencia, tanto física como psicológica y cree que él (psicópata) es capaz de cumplir con sus amenazas.
  • El percibir pequeñas señales de amabilidad por parte de su pareja hace que baje la guardia y que la vea, nuevamente, como un ser humano, lo cual, a su vez, incita a comprometerse aún más en la relación y a volcar mayores esperanzas en él psicópata. 
  • A esa altura, la víctima no sólo ya ha sido aislada de los demás, sino que además sufre del adoctrinamiento que constituye haber adoptado la visión patológica del mundo que manifiesta su pareja.
  • Por último, esta fragilidad presupone la imposibilidad de escapar de la situación.
Como es de esperar, la víctima sale totalmente lastimada de una relación patológica. Casi todas las victimas padecen problemas emocionales tales como la depresión, las crisis de llanto espontáneo, la desesperación, la desesperanza, la ansiedad, los ataques de pánico, el miedo, la irritabilidad, la ira, el resentimiento, etcétera. Otras presentan síntomas característicos de daños psicológicos, entre los cuales se encuentran el exceso de culpa, la desesperanza, la impotencia, la baja autoestima, la dificultad para tomar decisiones y la disminución de la capacidad de concentración. Una relación con una persona patológica puede generar un nivel de estrés tal, que probablemente se manifieste en el cuerpo a modo de migrañas, problemas digestivos, presión arterial alta, etcétera.

Los cambios hormonales y fisiológicos relacionados con las relaciones sexuales también hacen que esta especie de conexión con el psicópata aumente. No es de extrañar que el aspecto sexual sea tan importante para los psicópatas, ya que es así como "anclan", a su pareja, al menos parcialmente.

Uno de los métodos recomendables a fin de "quitárselo de la mente" es algo que se traduce como "anclaje" y que consiste en frenar determinados pensamientos perjudiciales que refuerzan el amor hacia personas patológicas. En este caso, el anclaje se basa en concentrarse en el entorno con los cinco sentidos puestos y en estar presente en sí mismo y así detener el círculo vicioso de pensamientos o sentimientos. Por ejemplo, se puede observar con detenimiento un paisaje, escuchar el sonido del viento, percibir todos los aromas del ambiente, obtener todas las sensaciones posibles mediante el tacto, etcétera. Una variante a esta técnica consiste en que, al encontrarse pensando en él psicopata, la víctima intente concentrarse en alguna otra tarea o pasatiempo. No es tan fácil como parece, pero vale la pena intentarlo si se desea salir del círculo vicioso y borrar al psicópata de la mente.

¡Ánimo para todas las víctimas! Conserven la esperanza y la fe en ustedes mismos; todos valen mucho y merecen ser felices. Existe la vida después de una relación dañina. Como dijo un experto en narcisismo, "no eres culpable de lo que te sucedió, pero sí tienes la responsabilidad de hacer algo al respecto". Todo lo que hagan ayudará a que mejoren sus vidas y la de la gente que las rodea y que ignora el peligro de la psicopatía.

Cuando se ama a un psicópata, el amor que entregado cae en un vacío o se convierte en un arma peligrosa para uno. No lo desaprovechen. Es posible aprender a dárselo a quienes lo merecen, comenzando por... ¡uno mismo!

El psicópata:

“Porque yo lo digo”
  • La emoción nunca es el idioma materno de los psicópatas. Le puedes preguntar a uno: “¿Cómo estás?”. Podría responder: “Bien” o “mal”, pero no entendería ni el significado ni la diferencia. 
  • Ni empatía, ni remordimientos . Usted y su dolor les importan un pimiento. Dispararán con una mano sin derramar una gota del martini que sostienen con la otra. El psicópata es una persona que carece de remordimientos, tiene los mejores recursos para manipular a los demás y no experimenta por ellos ningún grado de empatía (la capacidad de percibir lo que otro siente). No se trata de los criminales que el cine ha convertido en héroes. Los asesinos en serie son seguramente psicópatas, pero la afirmación no es válida si invertimos los factores: los psicópatas no siempre son criminales. Los segundos, sobre todo los asesinos en serie, son una excepción social. Los primeros, no.  Son de sangre fría, inmunes al estrés y con pronunciada tendencia a la mentira. 
  •  Les atrae el dinero y el prestigio - “allá donde se pueda obtener dinero o prestigio, habrá un psicópata bien vestido e inteligente al que le atraen estas cosas y que lo hará muy bien para conseguir sus objetivos”. El canon psiquiátrico define al psicópata –también llamado sociópata, un término más light en apariencia– como alguien incapaz de empatizar ni sentir culpa. No se queda ahí el retrato de estos seres parasitarios: tienen poderosas dotes para la manipulación personal o sexual, gran capacidad verbal, compulsiva tendencia a la mentira, egocentrismo maquiavélico y desproporcionado, propensión al aburrimiento, encanto superficial... Como dice Hare, “carecen de todas las cualidades que permiten a un ser humano vivir en armonía social”, pero gozan, añade el profesor universitario de Psiquiatría y Criminología Leopoldo Ortega-Monasterio, de “un perfil perverso y narcisista” e “incluso seductor” que viene muy bien si estás al mando.
  • “La labia o verborrea tan falsas con que disparan sus frases más o menos ingeniosas, el encanto superficial, etcétera.
  • “actúan a plena conciencia y voluntad: saben perfectamente lo que hacen, quieren hacerlo y, además, ponen los medios necesarios para que sus propósitos o fines se vean colmados”.
  • No actuaban con la “mente abierta”, eran “incapaces de aceptar las críticas” y se guiaban “únicamente por su propia visión”.
  • “¡Está claro! Porque todos ellos son despiadados, no tienen miedo, son carismáticos y fríos bajo presión. 
  • Los psicópatas son seres fríos, no procesan las emociones. Este es su retrato robot según los psicólogos. Locuaces y encantadores. Sentido desmesurado de la auto valía y un egocentrismo maquiavélico. Mentirosos patológicos. Manipuladores. Sin remordimientos ni vergüenza. Insensibles, faltos de empatía. No les importan las consecuencias de sus actos. Desarrollan relaciones afectivas superficiales, pobres y poco profundas. Incapaces de sentir amor o compasión. Tienen tendencia al aburrimiento. Llevan un estilo de vida parasitario, aprovechándose de los demás. Impulsivos. Faltos de juicio y perspectiva. No aprenden de la experiencia. Irresponsables. Sexualmente promiscuos. Inmunes al estrés.
Valórate, no es tu culpa, aprende a decir NO, nada que hagas los hará cambiar! Sal! Con la cabeza en alto! El abuso recibido de un psicópata es muy difícil de explicar al mundo, pero existe y es muy real. No está pasando en la pantalla chica, ni pone en duda tu inteligencia: simplemente eres una persona buena, tolerante, cooperadora y te atraparon.

y si... se puede volver a empezar, y se puede volver a confiar... cuando te aprendas a querer!