viernes, 25 de septiembre de 2015

Tan inteligente que eres, como me dices que no te dabas cuenta?


Hoy tengo las ganas de encarar la búsqueda que tanto he realizado acerca de personalidades para ver si ubicar la del SER que intenta destruir mi vida, felizmente sin lograrlo, porque soy como la cigarra de la canción de Mercedes Sosa. Muchas veces he utilizado el término “psicópata” para referirme a él. De los desórdenes que he estudiado definitivamente este es el que acumula más similitudes para describirlo. No es que esté buscando encasillarlo, es sencillamente que necesito entender por qué es capaz de burlar el sistema, de lograr tanto para hacer daño y si,  para internamente librarme del sentimiento de culpa sembrado en mí.

Y mi vivencia que le sirva a todas las víctimas, mujeres y hombres, que alguna vez entregaron su corazón a una persona psicópata. Tratare de que la semántica sea lo más neutral posible consciente que muchos hombres tambien han caído en estas redes y lamentablemente se menosprecia su experiencia. Esta informacion la he recabado de diversas fuentes, con la esperanza que se propague y este disponible desde tantos lugares como sea posible con la finalidad de crear conciencia.

Si! 
Tan inteligente que eres, 
como me dices que no te dabas cuenta?


Me enamore de alguien, o pensé que lo hice, que desde el día uno encontró su blanco perfecto. Describirme a mí misma como el blanco perfecto de un psicópata ha requerido de mucha valentía y mucha humildad, porque no es fácil encarar la descripción de una personalidad tan débil y entender que es compatible conmigo. Conmigo la inteligente, la vivaz, la lógica, la simpática, la buena…

De acuerdo a la descripción del blanco perfecto!

Aquí me voy a ayudar de la descripción general que encontré y poco a poco iré incorporando mis comentarios. Después de todo, un psicópata es una persona que puede ser muy encantadora al comienzo y, por ende, la victimas se enamoran de ellos “a primera vista”.

A primera vista es exactamente como ocurrió aquel día del 2001 – lo vi y dije para mis adentros “me jodi” palabras o proféticas porque literalmente eso ocurrió! Me jodi o me jodieron – hoy 14 años más tarde estoy pagando las consecuencias y resurgiendo como el ave fénix. Desde el momento que lo conocí sentí paz, como si los planetas se hubieran alineado para entregarme a mi compañero, al que tanto había buscado, al que me ofrecía una segunda oportunidad en el amor. Fue una noche de coincidencias y naturalidades, donde actué de la manera más espontánea y nada parecía inmutarle.

Todo fluía de manera natural, que dicha para mí! Que complemento tan perfecto!. Y el día después, llego a mi casa, lo deje solo jugando con mis hijos hasta que estos salieron, sonreía para mis adentros. Me invito a salir y me dijo las palabras que mi corazón esperaba: Aves del mismo plumaje vuelan juntas, somos similares en muchos aspectos: educación, crianza, empatía. Hoy es el primer día del resto de nuestras vidas! Y Zas! Lo había logrado! El amor a primera vista existía! Ahora me tocaba ser princesa de cuento de hadas luego de tanta lucha en mi vida!
  1. Muchas personas comienzan relaciones con psicópatas cuando están pasando por una etapa de la vida en que se ven afligidas por el dolor, la pérdida de algún ser querido, el estrés, la ansiedad o la depresión, entre otros factores que incrementan su susceptibilidad. La soledad trae como resultado que estas personas se vuelvan vulnerables, y los depredadores lo saben. Las necesidades emocionales y sociales son factores clave en la atracción hacia personas psicopáticas. Así estaba por esa época: empezando mi negocio, tratando de rehacer mi vida, queriendo empezar de nuevo y segura que Dios tendría un plan perfecto para mí. Haciendo pininos en mi vida de adulta.
  2.  A las circunstancias negativas se suman ciertos rasgos positivos en la personalidad de muchas personas que, en contacto con un psicópata, pueden llegar a convertirse en factores de riesgo, tal como sucede, por ejemplo, con la extraversión y la atracción hacia esta misma característica en los demás, tan común en los psicópatas (o los narcisistas). Cabe asimismo tener presente la tendencia al cariño, el sentimentalismo, el deseo de comprometerse y la sensibilidad a las necesidades de los demás, pues estos son factores que pueden ser fácilmente explotados por un psicópata.
  3. A dicho conjunto se agregan la tendencia de muchas personas a la cooperación y al apoyo, la empatía y la tolerancia, el carácter amistoso y compasivo, todos ellos rasgos sumamente positivos pero por demás atractivos para personas patológicas
  4. Las personas muy cooperativas presentan un alto riesgo de entrar en una relación patológica. Los psicópatas y los narcisistas necesitan que sus mujeres cooperen. Saben instintivamente que las personas con un alto grado de cooperación permanecerán en la relación durante un periodo más extenso. Además, se ha observado que las personas que aman a los psicópatas tienden a ser muy confiadas y leales. Reiteramos, todos estos rasgos son muy positivos, pero cabe tener en cuenta que pueden ser explotados por personas patológicas. Por ejemplo, el hecho de que ustedes sean muy tolerables significa que pueden soportar muchos aspectos negativos de la relación; si son personas muy empáticas, hallarán justificaciones racionales tales como “yo entiendo su comportamiento”. Si son personas muy cariñosas, seguramente dirán: “lo amo”. Si tienden a comprometerse, pensarán: "me basta con los buenos aspectos de nuestra relación."
  5. Otro elemento de suma importancia es que la mayoría de las personas que viven relaciones con narcisistas o psicópatas, previamente les confesaron exactamente lo que estaban buscando en una persona o en una relación. De ahí en más, el psicópata estará en condiciones de fingir ser todo lo que ellas buscan y, en cuanto pueda sacarle provecho, utilizará todas las confesiones de su pareja para manipularla y culparla.
  6. El psicópata se esfuerza por que la relación avance a pasos agigantados, a fin de cerciorarse de que su pareja será incapaz de reflexionar acerca del comportamiento anormal que percibe en él o ella. La mayoría de las personas se vieron incapacitadas a frenar la carrera hacia el altar, a la cama, o a sus hogares. Dado que los psicópatas son extrovertidos, es probable que persistan vigorosamente en la búsqueda de una pareja.
Al comienzo, el psicópata utiliza sus mejores habilidades de comunicación; normalmente es respetuoso y coopera para que se solucionen los problemas dentro de la pareja. Es probable que en los primeros estadíos de la relación todo dé la impresión de ser normal en este aspecto, o que incluso la víctima crea que posee una comunicación "profunda" con su pareja, por encima del promedio. Todo esto es una máscara que perdura mientras el psicópata invierte energía en la así denominada "etapa de la luna de miel", cuyo único propósito consiste en asegurarse de conquistar a la pareja. Cuando la máscara se desvanece y las victimas comienzan a notar la dicotomía presente en el psicópata, ya están hechizadas, presas a causa de su temperamento y de los rasgos de personalidad que, en una relación sana, habrían sido positivos. Por ejemplo:
  •  La empatía ( "Es de esta manera porque lo han herido en el pasado".)
  • El bajo nivel de impulsividad (“No voy a huir")
  • El sentimentalismo (“Puede ser tierno cuando…")
  • El cariño (“¡Nunca he amado asi, siento la conexion!")
  • El compromiso con la relación (“He volcado mi alma en esta relación. Sé que podemos hacer que funcione")
  • La auto-estima (“Quiero que piense bien de mí. ¿Qué estoy haciendo mal?")
  • La tendencia a evitar daños ("¿Encontraría a otra persona si lo dejo?")
  • Contrariamente, la poca tendencia a evitar daños ("No es tan mal. Estoy segura de que puede cambiar".)
  • El ingenio ("Podría encontrar a un terapeuta y acudir a un psicólogo de parejas)
En el idioma de un psicópata, amor significa conformidad por parte de su pareja; confianza equivale a paranoia; comunicación se equipara a oportunidad (la de obtener dinero, por ejemplo); vínculo afectivo es igual a apego (un psicópata puede apegarse a alguien). Por eso tiene tendencia a acechar a su víctima, lo cual no significa que la ame); mentira supone esta es mi verdad;  préstamo significa robo, y así sucesivamente. Al ignorar el significado que se esconde detrás de un lenguaje idéntico a simple vista, la pareja del psicópata interpreta inevitablemente de manera errónea cada acción de su predador.

Cuando la víctima comienza a descompensarse psicológicamente, se observan las mismas dinámicas que en el síndrome de Estocolmo:
·        
  •  Percibe (y ya ha sufrido) una amenaza a su supervivencia, tanto física como psicológica y cree que él (psicópata) es capaz de cumplir con sus amenazas.
  • El percibir pequeñas señales de amabilidad por parte de su pareja hace que baje la guardia y que la vea, nuevamente, como un ser humano, lo cual, a su vez, incita a comprometerse aún más en la relación y a volcar mayores esperanzas en él psicópata. 
  • A esa altura, la víctima no sólo ya ha sido aislada de los demás, sino que además sufre del adoctrinamiento que constituye haber adoptado la visión patológica del mundo que manifiesta su pareja.
  • Por último, esta fragilidad presupone la imposibilidad de escapar de la situación.
Como es de esperar, la víctima sale totalmente lastimada de una relación patológica. Casi todas las victimas padecen problemas emocionales tales como la depresión, las crisis de llanto espontáneo, la desesperación, la desesperanza, la ansiedad, los ataques de pánico, el miedo, la irritabilidad, la ira, el resentimiento, etcétera. Otras presentan síntomas característicos de daños psicológicos, entre los cuales se encuentran el exceso de culpa, la desesperanza, la impotencia, la baja autoestima, la dificultad para tomar decisiones y la disminución de la capacidad de concentración. Una relación con una persona patológica puede generar un nivel de estrés tal, que probablemente se manifieste en el cuerpo a modo de migrañas, problemas digestivos, presión arterial alta, etcétera.

Los cambios hormonales y fisiológicos relacionados con las relaciones sexuales también hacen que esta especie de conexión con el psicópata aumente. No es de extrañar que el aspecto sexual sea tan importante para los psicópatas, ya que es así como "anclan", a su pareja, al menos parcialmente.

Uno de los métodos recomendables a fin de "quitárselo de la mente" es algo que se traduce como "anclaje" y que consiste en frenar determinados pensamientos perjudiciales que refuerzan el amor hacia personas patológicas. En este caso, el anclaje se basa en concentrarse en el entorno con los cinco sentidos puestos y en estar presente en sí mismo y así detener el círculo vicioso de pensamientos o sentimientos. Por ejemplo, se puede observar con detenimiento un paisaje, escuchar el sonido del viento, percibir todos los aromas del ambiente, obtener todas las sensaciones posibles mediante el tacto, etcétera. Una variante a esta técnica consiste en que, al encontrarse pensando en él psicopata, la víctima intente concentrarse en alguna otra tarea o pasatiempo. No es tan fácil como parece, pero vale la pena intentarlo si se desea salir del círculo vicioso y borrar al psicópata de la mente.

¡Ánimo para todas las víctimas! Conserven la esperanza y la fe en ustedes mismos; todos valen mucho y merecen ser felices. Existe la vida después de una relación dañina. Como dijo un experto en narcisismo, "no eres culpable de lo que te sucedió, pero sí tienes la responsabilidad de hacer algo al respecto". Todo lo que hagan ayudará a que mejoren sus vidas y la de la gente que las rodea y que ignora el peligro de la psicopatía.

Cuando se ama a un psicópata, el amor que entregado cae en un vacío o se convierte en un arma peligrosa para uno. No lo desaprovechen. Es posible aprender a dárselo a quienes lo merecen, comenzando por... ¡uno mismo!

El psicópata:

“Porque yo lo digo”
  • La emoción nunca es el idioma materno de los psicópatas. Le puedes preguntar a uno: “¿Cómo estás?”. Podría responder: “Bien” o “mal”, pero no entendería ni el significado ni la diferencia. 
  • Ni empatía, ni remordimientos . Usted y su dolor les importan un pimiento. Dispararán con una mano sin derramar una gota del martini que sostienen con la otra. El psicópata es una persona que carece de remordimientos, tiene los mejores recursos para manipular a los demás y no experimenta por ellos ningún grado de empatía (la capacidad de percibir lo que otro siente). No se trata de los criminales que el cine ha convertido en héroes. Los asesinos en serie son seguramente psicópatas, pero la afirmación no es válida si invertimos los factores: los psicópatas no siempre son criminales. Los segundos, sobre todo los asesinos en serie, son una excepción social. Los primeros, no.  Son de sangre fría, inmunes al estrés y con pronunciada tendencia a la mentira. 
  •  Les atrae el dinero y el prestigio - “allá donde se pueda obtener dinero o prestigio, habrá un psicópata bien vestido e inteligente al que le atraen estas cosas y que lo hará muy bien para conseguir sus objetivos”. El canon psiquiátrico define al psicópata –también llamado sociópata, un término más light en apariencia– como alguien incapaz de empatizar ni sentir culpa. No se queda ahí el retrato de estos seres parasitarios: tienen poderosas dotes para la manipulación personal o sexual, gran capacidad verbal, compulsiva tendencia a la mentira, egocentrismo maquiavélico y desproporcionado, propensión al aburrimiento, encanto superficial... Como dice Hare, “carecen de todas las cualidades que permiten a un ser humano vivir en armonía social”, pero gozan, añade el profesor universitario de Psiquiatría y Criminología Leopoldo Ortega-Monasterio, de “un perfil perverso y narcisista” e “incluso seductor” que viene muy bien si estás al mando.
  • “La labia o verborrea tan falsas con que disparan sus frases más o menos ingeniosas, el encanto superficial, etcétera.
  • “actúan a plena conciencia y voluntad: saben perfectamente lo que hacen, quieren hacerlo y, además, ponen los medios necesarios para que sus propósitos o fines se vean colmados”.
  • No actuaban con la “mente abierta”, eran “incapaces de aceptar las críticas” y se guiaban “únicamente por su propia visión”.
  • “¡Está claro! Porque todos ellos son despiadados, no tienen miedo, son carismáticos y fríos bajo presión. 
  • Los psicópatas son seres fríos, no procesan las emociones. Este es su retrato robot según los psicólogos. Locuaces y encantadores. Sentido desmesurado de la auto valía y un egocentrismo maquiavélico. Mentirosos patológicos. Manipuladores. Sin remordimientos ni vergüenza. Insensibles, faltos de empatía. No les importan las consecuencias de sus actos. Desarrollan relaciones afectivas superficiales, pobres y poco profundas. Incapaces de sentir amor o compasión. Tienen tendencia al aburrimiento. Llevan un estilo de vida parasitario, aprovechándose de los demás. Impulsivos. Faltos de juicio y perspectiva. No aprenden de la experiencia. Irresponsables. Sexualmente promiscuos. Inmunes al estrés.
Valórate, no es tu culpa, aprende a decir NO, nada que hagas los hará cambiar! Sal! Con la cabeza en alto! El abuso recibido de un psicópata es muy difícil de explicar al mundo, pero existe y es muy real. No está pasando en la pantalla chica, ni pone en duda tu inteligencia: simplemente eres una persona buena, tolerante, cooperadora y te atraparon.

y si... se puede volver a empezar, y se puede volver a confiar... cuando te aprendas a querer!


15 de septiembre del 2015


Asi como me llegan los dias malos, los momentos buenos se estan haciendo presentes aunque yo no los quiera ver. Dias cargados de las mas extrañas Dioscidencias. Detalles por doquier, que si un amigo que hace tiempo no me habla, es mas, que se supone esta peleado conmigo, de repente pregunta por la situación y esta tratando de ayudar. Que si me quedo viendo la pantalla de una pagina social pongo el cursor sobre el nombre de alguien muy querido, ya paso dos veces hoy con la misma persona, y este me envia por el celular un mensaje positivo sorpresivo. Que si mi madre de crianza querida, sin preguntar, me manda dinero de regalo para que la pase mejor, que si me entregan una encomienda que hace semanas estaba pendiente, llega un mensaje de recarga en el celular que no solicite, que me pagan dinero que me debían sin cobrarlo, que ya me están haciendo los cojines de los muebles de la casa luego de nueve meses de espera, que si están pensando en mi para nuevas oportunidades en el trabajo....

Cualesquiera de las situaciones anteriores parecen relativamente normales. Si pasaran una vez al mes. Pero no todas en 24 horas y además, a una sola persona y sobre todo a mi. Es un cambio rotundo de la suerte. Como si hubiese tocado fondo y en lugar de ahogarme, porque las piernas no me sostienen, me halan con un harnes y me abren los ojos con pinzas y para mostrarme maravillas cual avances de una película, basada en una continuación de nueva vida.

Nunca es mas oscuro que cuando va a amanecer. Parece que mis lágrimas fueron tantas que la humedad del suelo ahora me hace cosquillas constantemente. No puedo salir de mi asombro. Obviamente debía vaciarme para recibir. Creyente, convencida y por ratos sentada de espaldas. La aurora polar se vislumbra en mi vida, resplandeciente en un cielo oscuro, cumpliendo con las reglas de la naturaleza: en el hemisferio norte se observa mejor entre septiembre y marzo. Mi vida esta amaneciendo de nuevo este septiembre, repleta de colores. Me pide paciencia y forma un torbellino a mi derredor. Pero esta vez el torbellino es de luz. Esta vez me estoy dejando convencer. No voy detrás de lo que quiero, recibo porque merezco. Con humildad acepto, y me lo creo. Es Dios y lo tengo que creer. 



13 de septiembre del 2015


Y paso el juicio de apelación. El dictamen se leerá el próximamente… más espera… más paciencia se me pide.  Muchas palabras de consuelo y no me llegan al corazón. Un corazón drenado, abatido, frustrado. Esa es la palabra: Frustración. Ya no cuestiono, ya no discuto, solo espero.

El juicio fue sórdido, una maraña de monólogos vacíos, cargados de veneno y mentiras, pedazos de relatos cuidadosamente editados para darle forma a un cuento de pesadillas. Sentí que explotaba, que me moría, que estaba completamente drenada y que no podía más. Solo venía a mi mente la imagen de mis hijos y sabía que por ellos no podía claudicar. Que tenía que ser aún más valiente, que tenía que ser madre por encima de ser humana.

Y entonces me pare y hable. Un largo discurso de 22 minutos, de verdades. Logre captar la atención de los jueces. El silencio en la sala denso. Palabras coherentes llenas de sentimiento. No sé si dije lo correcto. Es que no tengo nada correcto que decir, porque no puedo decir nada que no sea verdad. Y como dice el escudo de la nación que me pide que confíe en su sistema: “Y la verdad os hará libres”.

Salí de allí extenuada. Llegue a casa y dormí horas. Necesitaba descansar. No huir.  Recordaba lo dicho y me lamentaba por lo demás que me falto. Pude haber dicho tanto más! Quería que todo el mundo se diera cuenta, que  escuchara más que palabras y entendiera lo que pasaba. Y hable por mí, y por las personas que se han visto atrapadas por un psicópata (perfecta amalgama de inteligencia y maldad – con excepcionales habilidades de manipulación).

Y a los pocos días descubrí que tenía un plan para mí. Que ya no me importa nada que no sea luchar. 

Me descargue. Me recupere. Siento paz. Volví a ser. Ya salió el rencor de mi interior. Me volví a conectar con la que fue, con la persona sana y amable, con la sonrisa a flor de piel, con amor propio, con decisiones.
 
Y ahora veo el mundo diferente, y llevo el pecho erguido y la cabeza en alto. Y mi vida se comienza a ordenar. Y me vacié para poder recibir. Y estoy recibiendo